Desde siempre me atrajo el continente africano, sus paisajes, su aridez y exuberancia, sus gentes, tantos contrastes...
Tanta belleza indomable, auténtica, serena y adquirida en la lucha con la naturaleza.
Y qué decir de la sensualidad... de sus mujeres.
Con esta galería trato tan sólo de rendir un pequeño tributo a la belleza africana y a mi admirado Uwe Ommer, que tan bien ha sabido siempre retratarla.
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